jueves, 5 de septiembre de 2013

¿Qué es la Evaluación Diferenciada?

La evaluación diferenciada es el recurso que el profesor utiliza al evaluar alumnos que presentan necesidades educativas especiales, que consiste en aplicar procedimientos acordes con las características del estudiante, dándole -de esta forma- la oportunidad de demostrar lo aprendido sin que dichas dificultades sean un impedimento.

Es importante aclarar a los apoderados que evaluar diferenciadamente, no significa bajar la escala de notas, ni repetir la misma prueba dándole más tiempo. Tampoco que el alumno no pueda obtener notas bajo 4,0.

El apoderado puede solicitar evaluación diferenciada en las siguientes necesidades educativas:

ü  Trastornos específicos del aprendizaje (lectura, escritura y cálculo)
ü  Trastorno específico del lenguaje (expresivo o mixto)
ü Trastorno déficit atencional 
ü  Trastorno emocional (afectivos, del ánimo o ansiosos)
ü  Otras Necesidades Educativas Especiales contempladas en Educación (Decreto 170).

Dichos trastornos deben ser diagnosticados por el especialista del área correspondiente.

Me gustaría recalcar que es muy importante que no sólo se busque el diagnóstico con el fin de que el alumno "pase de curso" y no tenga problemas de rendimiento ni de repitencias, sino que la idea de llevarlo al especialista y que éste entregue un diagnóstico al Colegio, es que podamos identificar las dificultades que están perjudicando al alumno en su quehacer pedagógico y a su vez, remediar esas necesidades con cambios significativos en pos a la mejora. 

No nos sirve sólo etiquetar al alumno o tener claro el diagnóstico. Para superar dichas dificultades, es necesario que todos (padres, alumno, profesores y especialista externo tratante) manejen ciertos códigos y criterios en común:

1.     Las necesidades educativas pueden ser una demanda importante, pero con pequeños esfuerzos y adaptaciones, pueden superarse.

2.    La constancia es el ingrediente principal para superar cualquier barrera que tengamos en la vida. Con esto me refiero al tratamiento externo que se realice (dependiendo de cada caso, por ejemplo, seguir con tratamiento farmacológico en caso de neurólogo o continuidad en psicoterapia, en caso de un trastorno emocional o del ánimo). Insisto que no sólo sirve tener claro cuál es la dificultad, sino que debemos saber cuáles son los tratamientos para mejorar aquella dificultad y ser responsables al cumplirlos. Como padres, es importante que demuestren preocupación no por el “malestar” en sí, sino por la mejora de ésta. Pongamos hincapié en la superación y no en la dificultad de la misma.

3.         No hacer de la Evaluación Diferenciada un vicio. Es muy común que los padres estén resistentes a que el alumno deje de utilizar esta modalidad de evaluación por miedo a que su rendimiento escolar baje abruptamente. Debemos tener en cuenta que la evaluación diferenciada es un recurso que si bien no tiene límites en cuanto a su duración, es conveniente también creer en las habilidades y potencialidades del alumno y dar la oportunidad de que el alumno demuestre lo que está aprendiendo.

4.        Tener cuidado al hablar del tema con los alumnos. En muchas ocasiones, los padres me preguntan si es necesario contarle de esta modalidad de evaluación al alumno, ya que se teme a que el niño malinterprete su dificultad y la convierta en un impedimento eterno. Lo que les aconsejo es que conversen con sus hijos, expliquen que los evaluarán distinto y que hay ciertos criterios que cambiarán (esas especificaciones de evaluación deben ser entregadas por el colegio, como por ejemplo: “se interrogará oralmente después de realizada la prueba”, “se permitirá aclarar dudas durante la evaluación”, “se ejemplificará cada ítem”, etc.). Sin embargo, debo ser enfática en que esto se utilice para que el alumno tome conocimiento de la modalidad y no como fin de victimización ni de sanción.

5.    Mantener una comunicación fluida entre el colegio y los especialistas externos. Muchas veces por el escaso tiempo que tenemos en el colegio o que tienen los especialistas, no podemos tener una retroalimentación adecuada. Es aquí, donde la tarea del apoderado cumple un rol fundamental de estar informando constantemente tanto al especialista de los avances que tiene el alumno, como también informar al colegio de los cambios o estrategias de tratamiento que haga el especialista tratante.



Si tienen comentarios o consultas, no duden de escribirme.

Un abrazo para todos,

Valentina Mosso E.
Psicopedagoga 

Referencias bibliográficas:
Curso REPSI (2012), "Evaluación Diferenciada", material entregado por Prof. Edith Pemjean.