Si queremos motivar el estudio de nuestros hijos debemos conocer cual es su
estilo de aprendizaje. Es decir, cada niño presenta sus puntos fuertes y
débiles y su motivación hacia el aprendizaje aumentará si puede aplicar aquel
estilo que sea para él más natural, más fácil o tenga más sentido según su
forma de pensar y hacer. No obstante, algunas veces, deberemos modificar su
forma de aprender si en determinadas circunstancias, el niño no avanza.
Antes hemos comentado lo importante que resulta ajustar los tiempos a las
características de los niños (niños hiperactivos, más descansos o cambio de
actividades).
Veamos ahora algunos de los estilos de aprendizaje de nuestros niños y como
puede ayudarnos este conocimiento en la motivación para el estudio. En general
podríamos establecer 3 grandes grupos, si bien, cada niño puede presentar en un
grado u otro cada uno de ellos, normalmente hay uno que es el predominante,
identificarlo puede ayudarnos mucho:
Los
estudiantes que aprenden mejor escuchando
Suelen
ser niños que les gusta hablar y tienen facilidad para ello, son también
generalmente sociables, con interés por la música y la lectura y/o escucha de
narraciones y cuentos. Cuando estudian suelen poner voz, es decir, repiten en
voz alta lo que pretenden memorizar.
Este estilo lo vemos más en niñas que en niños, ya que éstas suelen
tener de forma natural, mayor capacidad para el aprendizaje.
En
este grupo podemos estimular precisamente el uso de la palabra como forma de
aprender. Le podemos sugerir que se grabe sus resúmenes para luego escucharlos.
Puede también utilizar, cuando sea posible, audiolibros y, sobretodo, si
queremos motivarle y alcanzar metas, podemos enseñarle a que se dé
autoinstrucciones de forma verbal (“puedo conseguirlo”, “no me pondré nervioso
porque estudié”).
Los
estudiantes visuales
Hay
niños que pueden leer un relato pero luego presentan poca comprensión de la
historia global, reteniendo solo algunos trazos de lo leído. Sin embargo, este
mismo relato visto mediante una presentación audiovisual (fotos, gráficos,
películas, etc.) el niño es capaz de memorizar muchos más detalles que otros
niños.
Suelen
tener una gran capacidad para recordar caras, lugares donde antes han estado y
muchos detalles de una película que acaban de ver. Cuando estudian, tienen tendencia a buscar imágenes,
gráficos o películas para ayudar a retener la información.
Con estos niños, todo
lo que sea facilitarles información visual será de gran ayuda.
Igualmente tenemos
que ayudarles a que construyan esquemas y resúmenes cuando estudian y que lo
hagan además de forma que contengan muchos colores o incluso dibujos ya que eso
les ayudará a retener la información
Otra
estrategia con ellos cuando hay materias de las que no disponemos de imágenes
es que construyan las suyas propias. Es decir, si tengo que memorizar la guerra
de la independencia, al tiempo que leo el texto, creo en mi cabeza imágenes
visuales en las que aparecen personajes y fechas a modo de película visual.
Evidentemente cada niño es un mundo y deberá ser él quien vaya viendo qué
estrategias concretas le van funcionando.
Los
estudiantes funcionales o kinestésicos.
El principio que rige este estilo de aprendizaje es el aprender haciendo.
Suele darse en niños
inquietos con poca paciencia, que necesitan tener las manos ocupadas y
experimentar con su entorno para aprender. Donde más cómodos se sienten es en
la actividad física y en el recreo. Prefieren mucho más participar en cualquier
actividad que quedarse sentado observando o aprendiendo como hacen algo otras
personas. Seguro que sienten más felices en la hora de laboratorio o de
prácticas que en la clase teórica.
En general son niños que tienen interés por aprender y suelen desarrollar la motivación cuando pueden incorporar actividades prácticas en el trabajo escolar. Algunos consejos para ayudar a estos niños:
Procure incentivar la parte práctica. Por
ejemplo, para enseñarle a sumar o restar la utilización de un ábaco o tablero
contador le será más motivador que quedarse quieto viendo como lo hace en la
pizarra la maestra.
Para aprender ortografía puede apoyarse de
bloques de madera que representan letras para que las pueda manipular.
Le ayudará establecer tiempo de descanso en su
tiempo de estudio e introducir alguna actividad física.
Algunos de ellos preferirán estudiar de pie, caminando,
al aire libre o en posiciones extrañas que llaman la atención. En la medida de
lo posible deberíamos respetar estas preferencias.
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